La autoestima es la valoración de la imagen que la persona tiene de sí misma.
Tu autoestima hace posible que todo sueño al que le pones fecha, lo conviertas en una meta.
Una buena dosis de autoestima provoca entre muchas cosas un mejor rendimiento ante la vida (familiar, social, profesional, etc.), fomenta una motivación constante para iniciar nuevos proyectos, fortaleciendo así la voluntad y el esfuerzo.
Desde aquí surgen los pensamientos, los sentimientos, las elecciones, las decisiones, la forma de actuar, de relacionarse con los demás y de materializar sueños.
Cómo mantener una alta autoestima
- Acepta tus pensamientos negativos, pero sobre todo da mayor valor a los positivos sobre ti mismo.
- Actúa en consecuencia de tus pensamientos positivos, disfrutando el camino.
- Practica el “yo puedo", "me acepto como soy", "soy capaz”, etc.
- Haz y da lo mejor de ti, dejando de lado tu perfeccionismo.
- Se compasivo contigo, recordando que algunas veces ganas y otras aprendes.
- Haz tuya la flexibilidad, reconociendo lo que sí puedes lograr y modificar; así como lo que no está a tu alcance.
- Traza pequeños retos y cúmplelos. Lo tangible eleva tu confianza.
- Céntrate en lo que puedes hacer hoy para llegar a aquello que quieres mañana.
- Practica algún deporte, esto te ofrece una sensación de bienestar y seguridad.
- Practica la generosidad enseñando a otros como hacerlo, recordando con humildad lo que eres capaz de aportar y enseñar
- Invierte tu tiempo con la gente que valoras y te hace sentir bien.
- Respeta tus opiniones y exprésalas.
Un proceso de coaching ejecutivo desde este lugar explota tu potencial. Las personas que se sientan satisfechas con ellas mismas y que tienen un sentido de vida claro se atreven a trazar metas con motivación y autoconfianza.